“Por Favor: Diga su Nombre y la Operación que le Será Practicada” – A Propósito de la Responsabilidad Médica

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Quien alguna vez haya pasado por un quirófano, difícilmente haya de olvidar las preguntas que una y otra vez le formularan al ingresar a la sala de operaciones: “¿cuál es su nombre?” y “¿de qué viene a operarse”?

La razón de la insistencia es comprensible: a diario se operan decenas de personas en un centro médico, y errar es humano. Por eso la imperiosa necesidad de establecer protocolos de prevención y extremar los cuidados para mitigar el riesgo de infelices confusiones. El caso que hoy comentamos ilustra el punto.

Una paciente había ingresado a una mutualista médica para ser sometida a una operación de fractura en la zona del tobillo. A las pocas horas falleció. ¿Qué había pasado? Tras revisarse los procedimientos técnicos que se habían observado, el anestesista encontró entre los residuos dejados, el frasco que contenía el producto utilizado para la anestesia: ácido tranexámico en lugar de bupivacaína isóbrica. En criollo: un ácido en lugar de anestesia. La administración del ácido fue el nexo causal directo que determinó el fallecimiento de la paciente.

Los familiares de ésta dirigieron la demanda contra la organización médica y contra el anestesista, solidariamente.

En su defensa, el anestesista expresó que las ampollas habían sido mal guardadas por la institución médica. Eran similares y debieron de haber sido guardadas en lugares separados. El médico es el último eslabón de una cadena en la cual él debe confiar – agregó -, especialmente cuando el asistente le entrega la ampolla ya abierta.

Esa defensa en última instancia no prosperó y el Tribunal Civil actuante (“el Tribunal”) condenó solidariamente a la organización médica y al anestesista al resarcimiento de los daños y perjuicios. En opinión del Tribunal, la confusión en la administración de la medicación no puede considerarse un accidente. Fue un error debido al incumplimiento del procedimiento “los 5 correctos”, que se traduce en la sucesión de controles que todos los integrantes del equipo (enfermero y anestesista incluidos) deben observar y que en la especie fueron omitidos. Motivo por el cual, unos y otros, institución médica y anestesista, deben responder solidariamente.
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La presente comunicación tiene carácter puramente informativo. No puede ni debe ser entendida como un consejo legal de esta firma.
Por cualquier consulta a propósito de este newsletter sírvase contactar a la Dra. Silvina Vila ([email protected]) y/o el Dr. Leonardo Melos ([email protected])

 

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